lunes, 13 de febrero de 2012

Esas palabras... (sin admitir)


Eran tan lindas esa palabras y no las logro recordar
me entibiarían tanto las orejas en esta noche tan fría
y es que las pobres parece que se van a congelar
    las orejas, sí, ¿que más?

Había un sol,
  nubes glotonas,
   caramelo en el cielo
pero lo mejor era tu sonrisa al decirlas.

No te extraño, en serio que no, tengo a la luna
y prefiero hostigar al sol.
Pero esas palabras eran tan bonitas
y no las logro recordar

Siempre me gustó tu sonrisa
y me gustaba más porque yo te la hacia colocar
te vestías de ella al verme
y jugabas a a decir grandilocuencias
   claro, para hacerme enamorar.

Tus brazos solían hacer una cueva a mis pesadillas
y mis sueños acampaban en tu pecho
   (pero eso no lo extraño,
sólo son esas palabras que ahora tanto quisiera recordar)

No duermo bien
las madrugadas me espantan,
despierto aliviada de que sólo fue otra pesadilla
pero sigo temiendo salir a la calle
y ver que no es tan diferente al amargo sueño del alba.
   (pero tu abrazo no es lo que me hace falta
es esa tonta almohada que no me entiende,
que no es inteligente
un día de estos la voy a cambiar)

Había un atardecer,
una noche negra,
un asalto,
un recuerdo,
una caricia,
MUCHA ELOCUENCIA
y tu sonrisa
pero no las logro recordar

si volvieras a decirlas
no las querría escuchar
es recordar lo que me interesa más
ya sabés,
las orejas siempre se me descongelaron
de adentro hacia afuera
y de afuera hacia dentro solo se me volverían a congelar
     (si, ya lo sé, nunca pude hacer lo normal)

Voy a dormir pensando en tus palabras
y al despertar
no te voy a extrañar
solo no voy a soñar mal
a lo mejor me atrevo a admitir
que el hueco entre tus brazos
     (aún de a memoria)
es mejor que mi estúpida almohada


sábado, 4 de febrero de 2012

Quiero MemoriA



Quiero llenar los caminos a tu encuentro
      con todas mis palabras,
abrazar desnuda de temores
      la incertidumbre de lo innombrable,
correr descalza por los montes
     que verdean mis ojos llenos de tu encanto
gritar hasta lograr en la voz desgarrada
     esas inexorables ganas de derrocar lo incierto

Quiero sentirte rebelde,
          soñarte irreverente,
             pensarte consecuente.

Perder el espanto quiero,
revolucionar con mis manos
     ese molde rígido de sus ideas,
perderme en la lluvia
     para encontrarme en tus mares,
nadar a las profundidades del mágico acento
      de tu sello personal
       de libre creación
         sobre rocas,
              valles
            y ríos profundos....

Quiero, quiero, quiero.
Ser lo que hoy más que nunca he sido.