Mudarme....
¿cuántas veces me mudé?
mudo todo el tiempo
pero mi tiempo nunca es mudo
mudo de piel
mudo la mirada
mudé muchas veces la casa de mis afectos
llevo mi casa en la cabeza
aveces me detengo poco
todo el tiempo recorriendo espacio
Sol ¿Me dejarás un día vivir con vos?
recojo historias, te llevo cuentos
mudo no es mi tiempo
mudo no es mi andar despacio
Mi cuerpo no es mi casa
no conseguí hacerlo
es sólo mi cabeza
me cansé de mudar el cuerpo
Voy recogiendo historias
en mochilas y cajas meto los cuentos
más mi propósito no se muda
porque no es mudo mi entendimiento
y te voy a alcanzar sol ¿me dejarás vivir con vos?
un atardecer donde te espere
una casa que no se muda
aunque todo el tiempo con ella me muevo
mudo de todo
todo se muda de mi
más nunca es muda mi vos
menos mi entendimiento...
viernes, 28 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
Ergo
Aveces,
solo aveces,
pienso que en estas cuatro paredes,
yo soy la mujer más triste.
Luego veo a mi alrededor
y veo que en estas cuatro paredes sólo estoy yo.
Ergo,
aveces,
solo aveces,
pienso que soy la mujer más triste y sola de estas cuatro paredes...
solo aveces,
pienso que en estas cuatro paredes,
yo soy la mujer más triste.
Luego veo a mi alrededor
y veo que en estas cuatro paredes sólo estoy yo.
Ergo,
aveces,
solo aveces,
pienso que soy la mujer más triste y sola de estas cuatro paredes...
lunes, 17 de febrero de 2014
DOS PUNTOS Y UN RECUERDO
Busqué en mi memoria
todos los recuerdos alejados
y distantes,
en los más bonitos,
dónde hubiesen:
cielos azules,
verdes irreverentes,
soles brillantes
pero sobretodo
una Mia sonriente sin sus ojos tristes.
Los agarré uno a uno:
me los medí,
los pulse,
los saboree.
Quería ver:
si me podía meter
un rato en alguno,
y escapar en él,
al menos un segundo irme con él...
Pero ninguno me quedó:
o los zapatos,
o las camisas,
o las faldas y
los pantalones,
todos me quedaron grandes
o pequeños,
ya nada me ajustó,
quizá porque son sólo eso: recuerdos, distancias, adiós...
todos los recuerdos alejados
y distantes,
en los más bonitos,
dónde hubiesen:
cielos azules,
verdes irreverentes,
soles brillantes
pero sobretodo
una Mia sonriente sin sus ojos tristes.
Los agarré uno a uno:
me los medí,
los pulse,
los saboree.
Quería ver:
si me podía meter
un rato en alguno,
y escapar en él,
al menos un segundo irme con él...
Pero ninguno me quedó:
o los zapatos,
o las camisas,
o las faldas y
los pantalones,
todos me quedaron grandes
o pequeños,
ya nada me ajustó,
quizá porque son sólo eso: recuerdos, distancias, adiós...
domingo, 16 de febrero de 2014
Destinatario
Escribí una carta,
pensando en meterme en el sobre,
pero resulta
que no se la dirección exacta del destinatario
y no quepo por correo electrónico
(ando con muchos megas encima)
así que mejor ni la mandé.
pensando en meterme en el sobre,
pero resulta
que no se la dirección exacta del destinatario
y no quepo por correo electrónico
(ando con muchos megas encima)
así que mejor ni la mandé.
lunes, 3 de febrero de 2014
Pagar para las otras
Hay días como hoy,
de frío,
donde el desgano parece ganar
Y pienso en mis caminos...
En los contrastes de mis decisiones
y la realidad
A veces me persiguen certezas ingratas:
no importa que tanto este a punto de lograrlo
que tanto este disputa a arriesgar
yo- no- voy- a -ganar
Creo que,
si somos capaces de conquistar nuestra historia,
podremos sin duda ser dueños del futuro
Pero por más que re- camino los caminos,
parece que el pago no ha sido suficiente
para merecer ser parte de lo que viene
tras la arboleda
Y he perdido lo suficiente
para tener ganas o fuerzas de querer dar más
Creímos que romper el silencio
podía ser suficiente
Hoy,
no estoy más segura de eso,
como de que lo que viene tras el árbol,
el futuro que no se ve,
el camino que continúa tras la vuelta del camino,
no es mío
son tiempos que no me pertenecen,
y habré pagado para otros,
y será lo más justo de mi vida
Quizá sea eso ganar,
y estoy tan llena de ego que no lo he sabido divisar.
de frío,
donde el desgano parece ganar
Y pienso en mis caminos...
En los contrastes de mis decisiones
y la realidad
A veces me persiguen certezas ingratas:
no importa que tanto este a punto de lograrlo
que tanto este disputa a arriesgar
yo- no- voy- a -ganar
Creo que,
si somos capaces de conquistar nuestra historia,
podremos sin duda ser dueños del futuro
Pero por más que re- camino los caminos,
parece que el pago no ha sido suficiente
para merecer ser parte de lo que viene
tras la arboleda
Y he perdido lo suficiente
para tener ganas o fuerzas de querer dar más
Creímos que romper el silencio
podía ser suficiente
Hoy,
no estoy más segura de eso,
como de que lo que viene tras el árbol,
el futuro que no se ve,
el camino que continúa tras la vuelta del camino,
no es mío
son tiempos que no me pertenecen,
y habré pagado para otros,
y será lo más justo de mi vida
Quizá sea eso ganar,
y estoy tan llena de ego que no lo he sabido divisar.
Mi saco verde
Ayer
empecé a cocer un saco
es verde con cordones rojos
no es muy grande
pero al terminarlo
pienso grabarle un conjuro
para que no tenga fin
es decir,
voy a convertirlo en saco sin fondo.
Se vera pequeño
y ser portátil.
En ese saco voy a meter:
las sonrisas de las niñas y niños
cuando les hago caritas de pescado
o naricitas de conejo.
Voy a meter todos los suspiros
de la gente cuando ve algún atardecer
y se nostalgea de contingencias.
Voy a guardar todas las miradas de amor
que vea en hombres y mujeres.
Ahí meteré cada silencio respetuoso
esos silencios solidarios
que aveces las personas dejan ir cuando el dolor del otro
y correré a tomar para mi saco los abrazos
en los que muchas veces se manifiestan esos silencios.
Meteré cada grito solidario de indignación y protesta.
Los cantos de amor
las palabras de rabia.
Guardaré lo hermoso
todo lo hermoso de las personas
en las calles
en las casas,
los parques...
Así cuando vea las manifestaciones de odio
la estupidez que grita paredón
para quien se alza y se rebela
para cuando vea el egoísmo
la miseria
el odio humano
pueda meter mi cara en ese saco
y recordar que no todo esta perdido
que hay una posibilidad.
Será mi saco de esperanza
mi contenedor de impulsos asesinos.
es verde con cordones rojos
no es muy grande
pero al terminarlo
pienso grabarle un conjuro
para que no tenga fin
es decir,
voy a convertirlo en saco sin fondo.
Se vera pequeño
y ser portátil.
En ese saco voy a meter:
las sonrisas de las niñas y niños
cuando les hago caritas de pescado
o naricitas de conejo.
Voy a meter todos los suspiros
de la gente cuando ve algún atardecer
y se nostalgea de contingencias.
Voy a guardar todas las miradas de amor
que vea en hombres y mujeres.
Ahí meteré cada silencio respetuoso
esos silencios solidarios
que aveces las personas dejan ir cuando el dolor del otro
y correré a tomar para mi saco los abrazos
en los que muchas veces se manifiestan esos silencios.
Meteré cada grito solidario de indignación y protesta.
Los cantos de amor
las palabras de rabia.
Guardaré lo hermoso
todo lo hermoso de las personas
en las calles
en las casas,
los parques...
Así cuando vea las manifestaciones de odio
la estupidez que grita paredón
para quien se alza y se rebela
para cuando vea el egoísmo
la miseria
el odio humano
pueda meter mi cara en ese saco
y recordar que no todo esta perdido
que hay una posibilidad.
Será mi saco de esperanza
mi contenedor de impulsos asesinos.
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