domingo, 8 de julio de 2012

Una Naranja para Mario Benedicto


Las palabras que nunca dijo
       esas sembró en la tierra
  le nacieron flores de colores
pepinos, naranjas y limones

En las mañanas despierta cabizbaja
      pero no olvida su huerto regar
corta esa flor que te regala
esta bien,
        no pasa nada
solo no olvides preparar una ensalada

la tristeza es una ausencia
       de esperanza o de pasión
siembra llanto siembra amor
      pero cosecha pepinos que la angustia en ensalada
                                                                         sabe mejor

No voy a recitarte
        ni a llorarte
             ni a cantarte
mis palabras de hoy te las doy en flor
y las lágrimas de ayer ni para regadío servirán
  que si palabras siembras con música las riegas
o te nacen cardos amargos
               y para eso no hay encantos.

Siembro mi huerto
         defiendo mi maceta
que no hay jeta que exprese palabra buena
             si no se ha sembrado antes en tierra
mis manos cortan flores
          y te abrazo de amores.

sábado, 7 de julio de 2012

Los Nombres


Despacio,
      bajo la montaña
empedrada de todos los nombres
cuando estoy a punto de gritar:
      “no me digas que me quieres
           cuando rompes hasta el cansancio mi corazón”
la veo a ella,
     sus ojos en flor
        semilla morena
             vida descalza
                 en sus manos todo el dolor
      hastío

Él me ve,
     su sonrisa avegüenza
       a esa niña cascarrabia que tuerce mi espalda
vergüenza en rabia
     ¿cómo podes sonreír mientras las lombrices carcomen tu vientre?
                   ¡Hijos del monte que paren solitarias!
Y el pap' al lado me sonríe burlón:
“pobrecita vos, pobrecito tu corazón”

una piedra silva en mi oído derecho,
   me tiro al suelo desconfiada
no era para mí
        niño, pulso, duro
                      RESISTENCIA

Bajo
   camino
       vos y tus nombre a la mierda
de que me sirve que me quieras
      si no sabes mi función
y es que el banco no-es- más-banco
si no ayuda a cargar a la Mar 
                               soportar

         Viste
     con esos ojos me viste
y sigo sin entender
      me convenzo en las mañanas que comprendo
y mientras hago plegarias al atardecer
       se esfuman las palabras
no-sé
   no-comprendo
         confusión

Bajo
        de este monte cargado de nostalgia
montañita verde de tus nombres
          no sé tu nombre
lo deje perdido en la piedra que tiré.

jueves, 5 de julio de 2012

la del día a día.

Existe una revolución
                     una que es otra
fuera de las cámaras de televisión
  de las redes sociales
   de los documentales
una que es muy pobre de capital
pero muy rica de memoria y tiempo

La que se hace todos los días
    esa,   
      la del estudiante de barrio pobre
         que no tiene nada que perder
              y le grita asesino al chafarote en el poder
ese que quizá escriba reVeldía con falta,
   pero con mucha legitimidad,
     porque lee de libro prestado
          y lo aprende mejor que la del colegio más caro.

Esa otra revolución,
que se hace sembrando flores
    que luego le revienta como panfleteras
        al Coronel de cemento en su cara sin argumento
            esa de la muchacha emputada
               que le agarra los huevos al ingeniero minero
                     y mueve a todo un pueblo a plantarle cara al cianuro

la revolución de a pie
la del día a día
la que  despierta cada día
la que amasa la doña María en resistencia
      cuando hace el mixtamal
         que palmea Juana cuando alimenta el jornal
la del mecapal de Juan
     ese, que más que pisto carga paciencia
la que forjamos todos cada que nos amamos
esa lenta pero segura
esa que no sale en la televisión
         ni se planifica en ningún computador.