Despacio,
bajo la montaña
empedrada de todos los nombres
cuando estoy a punto de gritar:
“no me digas que me quieres
cuando rompes hasta el cansancio
mi corazón”
la veo a ella,
sus ojos en flor
semilla morena
vida descalza
en sus
manos todo el dolor
hastío
Él me ve,
su sonrisa avegüenza
a esa niña cascarrabia que
tuerce mi espalda
vergüenza en rabia
¿cómo podes sonreír mientras
las lombrices carcomen tu vientre?
¡Hijos del monte
que paren solitarias!
Y el pap' al lado me sonríe burlón:
“pobrecita vos, pobrecito tu
corazón”
una piedra silva en mi oído derecho,
me tiro al suelo desconfiada
no era para mí
niño, pulso, duro
RESISTENCIA
Bajo
camino
vos y tus nombre a la mierda
de que me sirve que me quieras
si no sabes mi función
y es que el banco no-es- más-banco
si no ayuda a cargar a la Mar
soportar
Viste
con esos ojos me viste
y sigo sin entender
me convenzo en las mañanas que
comprendo
y mientras hago plegarias al
atardecer
se esfuman las palabras
no-sé
no-comprendo
confusión
Bajo
de este monte cargado de nostalgia
montañita verde de tus nombres
no sé tu nombre
lo deje perdido en la piedra que
tiré.
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